17 de mayo de 2009
Q.E.P.D.
7 de mayo de 2009
Post un poco quedado con hartas fotos
Ahora sí, la Crónica:
Luego, seguimos con el saqueado departamento de Frutas y Verduras. Más bien, con lo que quedaba del departamento de Frutas y Verduras.
Es impresionante que con eso de las "compras de pánico" la gente se peleaba hasta por un pepino (en serio, un pin** pepino). Los restos de la batalla no valían la pena. De plano no eran comestibles.
Resulta que dedidieron adoptar medidas drásticas para asegurar nuestra salud. Entiendase colocar todo el pan en protectores especiales contra virus A(H1N1)
Y nos encontramos con las teleras y bolillos que tenían una protección "super spechal guan"
Después de eso vienen los pasillos aburridos donde no pasa nada, solo que en esta ocasión ya no había nada y los estantes eran rellenados velozmente con productos "Greit Valiu".
En Carnicería, podíamos encontrar a este chavito que se acercaba con su tierna voz infantil, sus ojitos de perrito en vitrina y un monito de Wolverine (o Guepardo o Lobezno o incluso Glotón, como más les guste) a la voz de "no me ayuda a comprarme mi muñeco". A lo mejor yo soy una muy mala persona, pero no pude evitar reírme a carcajadas, recordando el comercial ese de "¿me lo compras? ¿me lo compras? ¿me lo compras?... ¡Mamá, mira lo que me compró la señora!"
El caso es que nos rondaba mientras tratabamos de llegar al jamón y al queso.
Llegar a las cajas fue luego una odisea. Yo recordaba lo que nos decían en el radio, la tele, los periódicos, el internet... de que debíamos evitar las aglomeraciones. Pues esto no es precisamente un ambiente con mucho espacio. Y como nos gana el espíritu de hormiguero, ya imaginaran a todos encimados en las filas pa' pagar.
Una vez que logré huir de ahí, no quise saber más del mundo y mucho menos de la gente y sus enfermedades. Entonces decidí irme con mis adorados primos a jugar Scrabble, Monopoly y Rummy hasta el amanecer... y más allá.
De camino a estos menesteres, me encontre en el Metrobús a esta señora que simplemente me fascinó.
La buena mujer tenía, muy obediente, su cubrebocas y su guante. Sí, su guante. Era solo uno: el de la mano derecha. Además, por alguna razón que no quise averiguar, utilizaba un discreto collarín que camuflajeaba con su mascada. Por debajo de la mascada, se asomaba una medallita de Nuestro Señor del Bajorrelieve, que vista desde el ángulo correcto mostraba la cara de Jebús en 3D (wow, lo que es la tecnología).
El conjunto incluía también una bolsita "de tigre", chalequito de rompevientos, lentes y, eso sí, tenis. si yo me viera en su situación, lo más probable es que también me dormiría. Solo espero no haber atacado a la querida maestra/ tía/ abuela/ madre de alguien por aquí.
Antes de que me ataquen los puritanos, no estaba yo invadiendo el área de "solo mujeres" como algunos suelen hacer. Me encontraba en la políticamente correcta zona de articulación.
Nuevamente, al finalizar tenemos la Reflexión final:
Debo aprender a colocar primero las imágenes antes de poner el texto, o a utilizar bien el blogger, porque cada foto colocada me deshacía el formato y terminé con cuatro fuentes distintas y dos espaciados.
Modo huraño on: También debo aprender a espaciar mis salidas al supermercado, comprar por internet o alimentarme solo de Prana. Modo huraño off. Aunque eso me haría perderme estas fascinantes estampas del folklore capitalino.
¿Ustedes qué opinan?